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Como operador de un túnel de lavado, ¿necesitas una identidad corporativa? Te sorprenderá mucho cómo un diseño cuidadoso y un perfil de empresa único y mejorado pueden ponerte en el foco de la percepción pública.
A la hora de comenzar tu propio negocio, establecer una identidad corporativa es esencial para consolidar tu marca y diferenciarte del resto. Una identidad corporativa tiene diferentes componentes. Por un lado, existe el diseño corporativo, que puede ser, por ejemplo, un esquema de color específico y una tipografía o logotipo que no dé lugar a la confusión. Este diseño debe ser el hilo conductor de la empresa y por tanto, debe aparecer en banderas, posters, firmas, tarjetas de visita, membretes, webs e incluso regalos promocionales, con el fin de aportar valor de reconocimiento.
Si proporcionas ropa de trabajo a tus empleados, esta también debe llevar el color, logo y tipografía adecuados. Además del diseño corporativo, también son parte del paquete de identidad general la comunicación y comportamiento corporativos. Estas hacen referencia al tipo de comunicación y actitud de la compañía, tanto entre los propios empleados como hacia los clientes.
Con el fin de establecer la identidad a la que aspiras, tu primer paso es el de definir la misión corporativa. ¿Qué quieres transmitir? ¿Cómo quieres ser recordado? ¿Confías en los valores conservadores porque sabes que tus clientes los prefieren o te gustaría ser un tema de conversación original y emocionante porque estás dirigiéndote principalmente a clientes jóvenes?
Una vez hayas decidido tu público objetivo (y, por supuesto, tomado las condiciones locales en cuenta), puedes crear un diseño o discutir tus ideas con un diseñador gráfico al que confiarle la tarea. Ten en mente a la hora de elegir el esquema de colores que puede que haya áreas de colores muy grandes o que llamen especialmente la atención. Si, por el contrario, quieres diferenciarte de tus competidores lo máximo posible y atraer a la gente joven, utilizar un esquema de colores brillantes puede ser la decisión adecuada.
Sin embargo, recuerda que el azul, por ejemplo, está más relacionado con el agua y el lavado que el rosa. Si lo que buscas es una imagen joven y más bien a la moda puedes, por ejemplo, optar por dejar que artistas del grafiti decoren tus muros con un coche en el proceso de lavado, con colores brillantes y mucho jabón. Una imagen como esa permanece en la mente y puede quedar muy bien si se hace de forma profesional.
A la hora de establecer tu identidad corporativa y promocionar adecuadamente tu propio lavadero de coches existen diferentes tipos de comunicación que tus empleados pueden utilizar como guía. Si deben hablar casual e informalmente o cortés y convencionalmente con los clientes es cosa tuya, pero hay una cosa que siempre debes recordar: la buena educación es la prioridad número uno.
Los clientes deben obtener un sentimiento positivo tras interactuar con tus empleados, lo que no ocurrirá si se les habla sin entusiasmo. Lo mismo aplica al comportamiento corporativo. Una plantilla profesional y cortés asegura la satisfacción del cliente, mientras que los empleados desinteresados y que no ayudan atraerán quejas o hará que los clientes se vayan a otro túnel de lavado.
La comunicación a través de redes sociales también es fundamental. Cuidar la comunicación, la imagen de marca y la identidad corporativa es esencial para transmitir los valores de marca del negocio. En uno de los post que tenemos en nuestro blog te damos algunos consejos sobre cómo usar las redes sociales en tu negocio de lavado de coches.
Una identidad corporativa adecuada puede ayudarte a destacar entre tus competidores. Das una mejor impresión mediante un negocio integral que tenga un perfil reconocible que con una apariencia aleatoria. Sin embargo, debes ser consciente de que un perfil ingenioso provocará reacciones más fuertes. Mientras que algunos podrán sentirse entusiasmados, otros quedarán horrorizados.
De acuerdo a todo esto, deberías optar por una identidad corporativa que fuera popular entre la mayor parte de tus clientes. Cuando se trate de la comunicación y la conducta de tus empleados, el tono a utilizar debe ser siempre educado, servicial y amable. Todo lo demás es dañino para tu negocio.